Dra. Goretti. Dermatóloga.
Durante el invierno, la piel se expone al frío, el viento y la falta de humedad.
Son frecuentes las variaciones bruscas de temperatura (frío de la calle/calor calefacción) que afectan negativamente a la piel, reduciendo rápidamente sus niveles de hidratación.
La función barrera y protectora de la piel se altera y es más débil ante factores agresores externos.
La alteración de la barrera cutánea se manifesta con sequedad, tirantez, picor, descamación y rojeces y en el grado más severo con eczemas.
La piel necesita un cuidado extra en invierno para mantenerse sana y bonita. Por eso te damos 5 consejos para que tu piel no sufra las consecuencias del frío:
El contacto prolongado con agua y calor alteran el manto hidrolipídico y deshidratan la piel.
Esto es especialmente importante en caso de sufrir dermatitis atópica, psoriasis o rosácea La textura de la crema dependerá del tipo de piel, cuanto más seca esté la piel, necesitará una textura más untuosa y nutritiva.
No olvides tus manos, cuello y labios. Son especialmente sensibles e a la sequedad ambiental. Hidrata varias veces al día también labios y manos, y usa guantes cuando estés en el exterior.
Usa jabones #syndet, que no son agresivos para la piel.
Usa siempre protección solar. Las pieles secas y con una alteración de la función barrera debilitada son las más vulnerables.
La protección solar diaria es necesaria también en invierno, especialmente en zonas donde haya nieve, ya que ésta refleja el 80% de la radiación sola
Usa en la medidade los posible tejidos de algodón, que además de conservar el calor mantiene la piel seca y permite la evaporación del sudor.
Evita poner la calefacción por encima de los 24º ya que resecará el ambiente y con ello tu piel, es conveniente usar humificadores.
